Propuesta Comunicacional Nº 5
Nota Editorial

En este tiempo, en muchas familias, en muchas escuelas, “aparece” alguien nuevo, desconocido y diferente. Alguien… un bebé, un niño, que nos genera incertidumbre y angustia. Un niño con certificado de discapacidad, está frente a nosotros y todo lo que “supuestamente sabíamos sobre el desarrollo normal” de un niño queda en un cajón estanco. Como si lo que representa un niño, se pudiera modificar por un mero certificado. Entonces como papás, como docentes, como personas, comenzamos a cuestionarnos cómo nos vincularnos con este niño; y así pensando en el modo y en la forma, nos olvidamos que ante todo ES UN NIÑO. Un niño que tendrá que transitar un camino seguramente, con más esfuerzo, constancia y tiempos distintos que el de sus pares. Un niño que nos invita a reflexionar y a movilizar nuestras fibras más íntimas, a fin de construir un vínculo que lo contenga, lo acompañe y lo afiance. Un niño que seguramente extenderá su manito, tomará la nuestra y con un apretón nos dirá: - Vamos… adelante!! - Quiero SER, quiero andar, quiero jugar, quiero Crecer!! Respetar sus tiempos, su singularidad y su individualidad. Respetar su SER es nuestro COMPROMISO de todos los días.