UNA CURA POSIBLE ANTE LO IMPOSIBLE DE CURAR
Publicación en "Propuesta Comunicacional"

La llegada de un hijo que presenta alguna alteración en su cuerpo abre una brecha que difiere en muchos casos del niño esperado, produciendo una conmoción en el narcisismo parental. A veces una herida imposible de curar, pero eso no implica que no sea posible algún tipo de “remiendo”. No resultará indiferente un niño señalado como diferente; ni para el niño, ni para los padres, ni para la familia, ni para el entorno social. Esas diferencias, esas marcas, esas consecuencias podrán ser una oportunidad para elegir, ante aquello que no se puede elegir. Se tratará de redoblar la apuesta, ya que engendrar y reproducirse, no se trata solo de dar vida, sino de transmitir un deseo de vivir; un deseo de proyectarse como sujeto deseante, activo y creador de su propio destino. El sujeto como condición para el aprendizaje Es necesario que algún deseo sea puesto en juego por los padres en ese nuevo cuerpo que vino al mundo, para que ese cuerpo sea significado, mirado, hablado, y a partir de allí el niño pueda lograr diferentes adquisiciones del desarrollo. La construcción de un esquema corporal que integre al sujeto y lo organice, posibilita al niño armar esquemas de acción, desplegarse, buscar, conocer, investigar; acciones que habilitan al sujeto para el desarrollo del deseo de conocer y aprender. Es la afectividad junto con el conocimiento lo que vehiculiza la construcción del saber. Al hacerse un cuerpo, el niño va a tener la posibilidad de apropiarse de sus movimientos, de sus posturas, de su forma, de sus sensaciones y de sus acciones. De esta manera lograra registrar sus límites, contornos, fronteras; determinando un espacio propio dentro de un espacio ambiental. Entonces, es así como el reconocimiento en su cuerpo de las nociones de espacio, peso, forma y volumen, le servirán de base al niño para la construcción de nociones espaciales, de un espacio geométrico y la estructuración de futuras adquisiciones lógico-matemáticas, el desarrollo del grafismo, y posteriores adquisiciones de la escritura. De lo que se trata en todo caso es de permitir el despliegue de las potencialidades corporales, intelectuales, afectivas y sociales del niño, para que pueda desarrollarse de la mejor manera posible en su cotidianeidad, en pos de su autonomía. Ellos siempre tienen algo para dar, por eso nosotros debemos siempre ofrecernos a esperar algo de ellos. Por cierto, algunas cartas ya vienen jugadas, algunos pasos ya vienen marcados, pero se tratará cada vez de hacer algunos trucos, algunos arreglos, algunos adornos con pasos propios, desde aquel eco que sin ton ni son nunca deja de agitarse en cada ser humano. …Y quien te quita lo bailado!!!